martes, 28 de marzo de 2017

PARA REFLEXIONAR




          En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés.
          Uno pregunta al otro:
           - ¿Tú crees en la vida después del parto?
           -  Claro que sí. Algo debe de existir después del parto. Tal vez estamos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
           -  ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
           -  No sé pero, seguramente, habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
           -  ¡Eso es absurdo!  Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo!  Nos alimentamos por el cordón umbilical. Para eso está... Te digo una cosa: la vida después del parto no existe. Aquí se acaba todo...El cordón umbilical es demasiado corto.
           -  Pues yo creo que hay algo. Tal vez sea una vida distinta a la que estamos acostumbrados.
           -  Pero nadie ha vuelto del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. A fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad. Ahí termina todo.
           - No sé, exactamente, cómo será la vida después del parto, pero seguro que veremos a mamá, y ella nos cuidará.
           - ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde está?
           - ¿Dónde?  ¡En todo nuestro alrededor! En ella, y a través de ella, es como vivimos. Sin ella, este mundo no existiría...
           -  No me lo creo...Nunca he visto a mamá. Por tanto, es lógico que no exista.
           -  A veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla. Canta. Y muchas veces notas cómo nos acaricia... ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera. Ahora nos preparamos para ella...



"Pactos y Señales"   J.J. Benítez



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